domingo, 15 de junio de 2008
Érase una vez un indefenso títere, ocultado en las faldas de su rival, la vida; Sus creencias y pensamientos oscilaban conforme escuchaba un rumor tras otro, una línea de tiempo imparable habitaba en sus creencias, afirmando cada vez mas su inocencia.
Tras encontrar millones de preguntas y millones de respuestas a preguntas nunca formuladas, solo algo le inquietaba cada vez mas… ¿Quien llevaba las riendas de su vida?
Muchas hipótesis rondaban en su mente, sin embargo, el bien sabía que formamos parte de ese “algo” en el universo, somos pedazos de masa independizados, buscando ser superiores ante nuestra misma composición, la clara prueba de ello es nuestro singular nombre, pero… ¡Nuestro indefenso amigo no tiene nombre!
Desesperadamente comenzó a examinarse el mismo, buscando soluciones a su vacua Utopía; Inesperadamente su aparente idiotez dio un resultado garboso, un minúsculo espacio que ponía “Puppet” dio lugar al conformismo, ahora sabia cual era su nombre, tal vez el ascenso de Carisma le ayude a aclarar un poco sus propias dudas.
El tiempo pasaba imprevisto y Puppet no lograba saciar sus inquietudes, tal vez la solución a su anterior atolladero pueda darle mas respuestas; Esta vez, solo vasto con una mirada a su mano Izquierda para plantearse una posible solución, las cuerdas que lo sostenían manejaban sus acciones, el creador de su vida podría estar “Ahí arriba”, Puppet recuperaba su esperanza, mientras todas sus dudas iban tomando respuesta; No podía mirar hacia arriba, prefería mantener su cabeza en alto, por lo que intento subir por las cuerdas que lo sostenían, pero todo fue en vano.
Puppet planteo una respuesta a su problema, lo que sea que estuviera ahí arriba no quería ser descubierto, “el” controlaba sus acciones, “el” era el único culpable.
Sintiéndose controlado y victima en su vida, sabia que lo único que no podía manipular su adversario era su pensamiento, solo se dejo caer en el suelo, buscando mas respuestas al origen y motivo de su vida.
Después de mucho tiempo, sin encontrar solución alguna, accedió consultar a su método a prueba de errores, por lo que, una vez mas, comenzó a buscar entre su cuerpo alguna señal de respuesta a su mas reciente duda; Tal vez solo por casualidad, Puppet encontró una pequeña fisura en el área bajo del brazo, la desesperación ahora era su manipulador, por lo que con fruición abrió la susodicha, encontrándose con una materia blanda dentro de el, su indefensa he inocente mente se ilumino como sol de verano, he irrumpiendo en su cuerpo desocupo todo rastro de aquel material curioso; Para sorpresa de el, cada una de las cuerdas fueron cayendo una por una, lo había logrado, era libre al fin.
Intentó ponerse de pie, pero sus extremidades no respondían, comprendió la importancia de su manipulador, mientras que ahogándose en su propia desdicha moría lentamente sin preocupación y con su conciencia limpia, su manipulador lo había abandonado, no era culpa suya…
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