El desdoblamiento es la proyección del cuerpo sutil y su permanencia temporal más o menos manifiesta y fuera de su envoltura física.
Preparación para el Desdoblamiento:
Le sugerimos concentrarse sobre un cono o una figura donde coexista la concentración y la expansión.
Frente a un espejo:
Le sugerimos concentrarse sobre un cono o una figura donde coexista la concentración y la expansión.
Frente a un espejo:
Concéntrese sobre su imágen, sin cerrar los ojos, justo hasta que comience a vacilar, siéntese confortablemente frente a su imágen, y continue fijándola y repita candenciosamente su nombre; haciendo conciliar su Yo con la imágen aparecida.
El Ambiente:
El Ambiente:
La humedad, el ruido, la luz artificial y el frío son enemigos empedernidos del cuerpo sutil, por lo tanto debe escojer un ambiente confortable y si es posible cargado de energías positivas y benéficas. Se recomienda ubicar la cabezera de la cama hacia el norte.
La Vestimenta:
La Vestimenta:
La vestimenta debe ser confortable y calurosa. Durante el desdoblamiento, la tensión y la temperatura del cuerpo tienen tendencia a bajar. Al desdoblarse, se tendrá más frío que en las condiciones normales. No se deben usar cinturones, zapatos, ni objetos metálicos. Evite si es posible las coberturas. Utilice textiles naturales como el lino, algodón, lana y colores relajantes como el blanco, azul o el violeta. Come una comida ligera y tome un baño de agua tibia con sal antes del desdoblamiento.
Características del personaje en el plano astral:
Cuando el individuo se desdobla, descubre un mundo nuevo donde no existen las leyes ni las perspectivas, donde podemos ver el interior y el exterior de las cosas, el recto y el verso, donde se puede penetrar en la oscuridad y donde los cuerpos muestran su estructura interna.
El aura, los colores, la energía vital que les anima, las formas son cambiantes fluidos. El individuo escucha los ruidos, las voces, los silbidos, la música, los infrasonidos y ultrasonidos que se les escapan por su naturaleza. Sus sensaciones táctiles son centuplicadas, totalmente interiorisadas. El toca los olores y es torpe porque está ligado sensorialmente por su cordón a la materia, a su primer mundo aún cuando esté alejado. Atento, lúcido y observador; pero desconectado, el conoce por primera vez la claridad espiritual y la velocidad del pensamiento; que el tendrá la tendencia a olvidar como todo lo demás; cuando regrese a la materia. Mientras tanto, el cuerpo físico queda en su estado de inmovilidad, frío y privado de sensaciones y de la conciencia que está transferida a los otros niveles.
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