domingo, 15 de junio de 2008
Poco a poco comienzo a despertar, todo me da vueltas, mi vista siempre se torna borrosa, la habitación es tan pequeña y oscura, y ese olor a químicos más que aliviar me marea más.
Siento mis muñecas cada vez más adoloridas, cada día aprietan más las amarras, como si eso me detuviera, y aunque quisiera es tan grande el lugar que no podría escapar.
En ocasiones los gritos de mis compañeros me vuelven loco, la ira entra de nuevo con una sensación afrodisíaca, la adrenalina fluye por mis venas, vuelvo a sentir los bríos renovados.
No recuerdo la última vez que soñé algo normal, siempre es el mismo sueño, la tibia sangre bañando mis manos, la sensación de hundir el cuchillo en la piel blanda, sube por el mango del cuchillo hasta brazo
La mirada siempre es la misma, incredulidad, terror, dolor, y poco a poco se va esfumando la vida, puedo ver a través de sus ojos como la vida se extingue, y siempre es un placer indescriptible
Sus pequeñas e indefensas manos tratando de hacer daño, que ternura, que ironía, que excitación, alargar la muerte, disfrutar el dolor hasta el último momento, es un arte que pocos sabemos y podemos saborear
Qué lástima que no tuve tiempo de descubrir que olor me gustaba más, si el de la sangre al brotar, o al mezclarse con las hojas secas y la tierra húmeda, el bosque siempre fue mi refugio y testigo silencioso, mi protector
Se dice que los sedantes tranquilizan, entonces ¿por qué la cien de mi cabeza salta como si fuera a reventar? ¿o será que la necesidad de asesinar me está desquiciando?
Si tan solo fueran sueños, seguiría en mi exquisito mundo, disfrutando la sensación de la respiración en el cuello, cada vez más lenta, cada vez menos aire, el seductor color violeta en los labios
Esa es mi debilidad, tener el control de la vida es como crear una obra de arte, hay que ser sutil, delicado, disfrutar cada pincelada roja que se crea en la tersa y blanca tez de sus pequeñas caritas
No entiendo a los que asesinan sin sentido, locos depravados que enloquecen por la sangre y la deformación, la desgracia de los ignorantes, que aceleran dejando un crudo y ensangrentado cuerpo sin vida, sin arte, completamente vulgar.
Como quisiera poder llenar de vida ese uniforme blanco, vacío, triste, ella es tan bella e insignificante al mismo tiempo, si me diera la oportunidad de convertirla en mi musa, en la culminación, si tan solo pudiera acercarme una vez a ella sin estar atado
Sería la primicia adulta en mi historia de artista, es tan angelical como esos pequeños, 54 en total, ninguno más inocente que el otro, y ella proyecta la misma sensación, vitalidad, alegría, ingenuidad
Si tan solo pudiera tener su cuello entre mis manos, si se me permitiera tomar un bisturí y resaltar esos ojos azules, dar un toque ruborizado a su blanca piel, dejar que una corriente rojiza fluyera matizando su cuerpo
Si tan solo pudiera soñar con eso, aunque fuera inconsciente, sería un placer indescriptible, un bienestar inigualable.
Mañana será mi día y mi hora habrá llegado, se prenderá una luz verde cada 30 segundos y los líquidos comenzarán a entrar en mis venas
Si tan solo tuvieran imaginación, pasión, inteligencia, creatividad, que forma tan degradante de morir, tan gris, sin sentimientos, sin dolor, rápido y mecánico, nada trascendental, mucho menos artístico
Lo único que me queda es la última remembranza en el próximo sueño, pero mi obra quedará inmortalizada, todos hablaran de ella
El terror seguirá en sus incrédulos ojos al leerlo, el sentimiento de horror se dibujará al escucharlo, mi obra seguirá viva en cada alma atormentada con mi obra de arte,
Es el único placer que me acompañara hasta mi insípida muerte y será más que suficiente para soportar la desgracia de perecer sin sentir la pasión de la vida infantil que se apaga.
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