Estudio
Las personas que se dedican al estudio e investigación de la criptozoología se llaman criptozoólogos, mientras que las hipotéticas criaturas en cuestión son llamadas críptidos.
En la criptozoología, se presume la hipotética existencia real de los supuestos críptidos; producto de que algunas de las características o supuestas avistamientos que se dicen que presentarían estos animales, hacen creer que existen posibilidades de que estas criaturas existan.
La criptozoología igualmente se dedica al estudio de presuntos animales desconocidos, los cuales poseen una gran lista de reportes a través del tiempo; y que en algunos casos, son reportados por algunos supuestos testigos que informaron avistamientos ocasionales con ellos, entregando una descripción coincidente con las características de animales extintos.
Aunque popular y antiguamente se asocia a la criptozoología con todos los seres presentes en las mitologías o leyendas; los criptozooólogos modernos no se dedican a estudiar a todas estas criaturas fantásticas. Para que una de estas criaturas sea estudiadas por ellos y sea catalogada como críptido, debe de presentar las características anteriormente mencionadas.
Igualmente, la criptozoología pretende hacer suyos ciertos descubrimientos de la zoología, realizados realmente por zoólogos o por simple casualidad; y así poder citarlos y utilizarlos como justificación de su disciplina. Entre estos animales, los más conocidos son la mariposa esfinge de morgan, cuya existencia fue predicha por Charles Darwin, el Calamar gigante, del cual afirman que se origina la leyenda del kraken; el celacanto que se creía extinto, o el okapi, cuyo descubrimiento causó impacto mundial, entre otros más.
Historia
La invención de este término suele atribuirse al zoólogo Bernard Heuvelmans, quien definió la criptozoología como el estudio de los animales sobre cuya existencia sólo poseemos evidencia circunstancial y testimonial, o bien evidencia material considerada insuficiente por la mayoría. Su monumental libro de 1955 Tras la pista de animales desconocidos es a menudo visto como el génesis de esta disciplina, pero el mismo Heuvelmans remontó dichos orígenes a Anthonid Cornelis Oudemans y su estudio de 1892 La gran serpiente marina.
Posteriormente, Heuvelmans argumentó que la criptozoología debía ser practicada con rigor científico, pero también con una actitud abierta e interdisciplinaria. Además, según Heuvelmans, se debe también prestar especial atención al folclore sobre estas criaturas. Aunque suelen estar cubiertas de elementos fantásticos e inverosímiles, estas leyendas populares pueden contener alguna parte de verdad que pudiera ayudar a guiar la investigación de los informes sobre "animales inusuales".
El Okapi que por años fue conocido solo por los relatos recopilados de los pigmeos, es usado como emblema de la "Sociedad Internacional de Criptozoología" a pesar de no haber sido descubierto por criptozoólogos.
Críticas
Entre las críticas realizadas a la criptozoología destacan:
Se alega que a veces los criptozoólogos modifican radicalmente las características de seres mitológicos o legendarios para hacerlas cuadrar con los rasgos de animales extintos y así darles verosimilitud. Es el caso del Mapinguarí: los nativos de las selvas de Brasil y Bolivia lo describen como un monstruo humanoide horripilante que da fuertes gritos, tiene los pies vueltos del revés y posee una boca hedionda en el abdomen. Para los criptozoólogos, sin embargo, es un tímido y asustadizo megaterio.
Los criptozoólogos nunca han descubierto realmente un solo "críptido" ni hallado pruebas científicamente convincentes de su existencia. Los zoólogos, en cambio, encuentran cada año cientos de especies nuevas. Por ello, la criptozoología pretende hacer suyos ciertos descubrimientos de la zoología, y darle las características de un "críptido".
La alegación de que la criptozoología fallaría al utilizar el método científico. Ya que el método científico requiere que las hipótesis sean descartadas cuando no se cumplan sus predicciones; pero la creencia en los "críptidos", en cambio, se sostiene indefinidamente sin que los resultados negativos les afecten.
Las faltas de evidencias a la hora de encontrarlos se justifican con explicaciones ad hoc ("es un animal tímido", "se esconde en áreas poco exploradas", "su población es muy escasa", etc.). Igualmente, de forma equivocada, hay "críptidos" originados en el folklore que se les asignan nombres zoológicos (violando las normas de la nomenclatura zoológica), se les describe y se les identifica con animales fósiles, etc; todo ello sin pruebas sólidas de su existencia. Por estas razones, los escépticos y científicos las consideran como una pseudociencia.
Producto de lo mencionado anteriormente, en numerosas ocasiones, sucede que varios de los criptozoólogos no aceptan los argumentos científicos que van en contra de muchas de las presuntas pruebas que tendrían. ejemplo de ello es lo que sucede por ejemplo con las supuestas huellas del Yeti, las muestras de pelo del Orang Pendek, o los numerosos videos y fotografías de las criaturas lacustres; las cuales científicamente han sido descartadas como pruebas.
Además uno de los grandes handicaps con los que cuenta la criptozoología es que resulta imposible desde un punto de vista racional y científico el demostrar la existencia de ciertos animales singulares. La explicación es sencilla: aquellos que mantienen la existencia de seres folklóricos o mitológicos como el monstruo del Lago Ness, bigfoot, etc. olvidan que la supuesta existencia de un único individuo de una especie, de forma indefinida en la naturaleza, es genética y naturalmente imposible. Es necesaria una población mínima de individuos de una especie para conseguir reproducirse y asegurar la necesaria diversidad genética que les haga subsistir en su medio. Así, al admitir la existencia de "Nessie" por ejemplo, se estaría admitiendo implicitamente la existencia no de un sólo individuo sino de una población genéticamente viable de estos supuestos seres.
A veces dentro de la criptozoología existen apoyo o están involucrados grupos con intereses religiosos relacionados con el creacionismo, los cuales solo realizan una investigación con características subjetivas; interesados principalmente solo en mantener y difundir la creencia en la existencia actual de animales extintos; principalmente dinosaurios, además de otros animales prehistóricos. Ello para tratar de sostener y mantener la creencia del diluvio universal, y con ello sostener el falso argumento científico de que estos animales o grupos de animales fueron salvados por el Arca de Noé; para así negar su extinción.
Bestiario de criaturas criptozoológicas
Criaturas acuáticas
Monstruo del lago Ness (Pintura) de Heikenwaelder Hugo
Criaturas lacustres, ejemplos:
Monstruo del lago Champlain
Monstruo del lago Ness
Nahuelito
Ogopogo
Criaturas marinas, ejemplos:
Kraken
Leviatán
Serpiente marina
Tiburón blanco gigante
Medusa gigante
Criaturas terrestres
Animales extraños, ejemplos:
Bestia de Gévaudan
Bestia negra de Exmoor (Inglaterra)
Aka Allghoi Khorhoi
Chupacabras
Mokele-Mbembe
Mapinguarí
Criaturas humanoides, ejemplos:
Barmanu
Humanzee
Orang Pendek (Sumatra)
Pie Grande
Yeti
Wendigo
Chuchuna
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